Cuando empezaron a ser perseguidos a principios del siglo XIII, los herejes de Languedoc, los llamados cátaros, tuvieron que huir o esconderse.
En aquella sacudida colosal para la Historia, muchos tuvieron que ser acogidos por algunos señores feudales en sus castillos enrocados al pie del Pirineo.
A menudo conocemos Carcassonne sin haber estado allí. Su ciudadela que se nos ofrece como uno de los burgos medievales mejor conservados de la vieja Europa, ha sido plató de numerosas y famosas películas. En tiempos lejanos se convirtió en guarida de artistas y juglares, que ensayaban sus baladas en la lengua propia de la Occitania: La langue d´Oc.
Visitaremos además la Abadía de Fontfroide, Cordes sur Ciel con sus fachadas talladas, Albi Patrimonio Mundial de la Humanidad, Lagrasse una joya medieval y la tranquila y bella ciudad archiepiscopal de Narbonne.